¡Claro! perjudica mucho tu economía, pues por no diezmar serás
desobediente a Dios y eso te llevará a no ser prosperado económicamente, por el
contrario serás oprimido y robado siempre (Dt. 28:15,29), así que siempre te prestarás y cada vez
más te adeudarás (Dt.
28:43-44).
Así también hay una maldición económica
para todos los que no diezman y se encuentra en (Mal. 3:8,9), donde dice: "¿Robará el hombre a
Dios? Pues vosotros me habéis robado. Y dijisteis. ¿En qué te hemos robado? En
vuestros diezmos y ofrendas. Malditos sois con maldición, por que vosotros, la
nación toda, me habéis robado." Si analizamos bien estos pasajes nos
daremos cuenta que esta maldición profética de Malaquías, debería tomar mas
fuerza y sentido entre la primera venida de Cristo (Mal. 3:1-5) y la segunda venida (Mal. 4:1-6), pues ésta profecía se encuentra en medio
de ambos textos bíblicos ya mencionados(Mal. 3:6-12)
Entonces se indica que esta profecía sería para el tiempo de la
Iglesia Cristiana, pues solo ella está entre la Primera y la Segunda venida de
Cristo. Concluimos que proféticamente, Malaquías nos menciona que la avaricia
aumentaría entre los creyentes de la Iglesia. ¡Con cuánta razón! En éstos
últimos días la gente se vuelve más avarienta y no le gusta diezmar, ni
ofrendar para el templo; bien profetizó también el Apóstol Pablo al decir que
en los postreros tiempos "habrían hombres (creyentes) amadores de sí
mismos y avaros...(2
Ti 3:2)
Cuando no diezmamos la Biblia dice que
vendrá el devorador a destruir nuestras ganancias; antiguamente para los
agricultores el devorador era la langosta que devoraba sus cosechas, pero
también hoy el devorador es un ladrón, el fuego que ocasiona incendios o
las enfermedades que se lleva nuestro dinero y ganancias. (Mal. 3:11-12).
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