No hay ningún problema en practicar
cualquier deporte sano si está libre de peligros mortales. Pero si un deporte
es muy peligroso por el cual podemos sufrir un terrible accidente o causarnos
la muerte, entonces sí es malo. Pues a propósito estaríamos buscando nuestro
mal y no seríamos prudentes, porque la Biblia dice que nuestro cuerpo es Templo
del Espíritu Santo. "Si alguno destruyere el Templo de Dios, Dios le
destruirá a él; porque el Templo de Dios, el cual sois vosotros, Santo es."
(1Co.3:16,17). Los deportes con peligros de muerte
pueden ser paracaidismo, navegación con balsas en ríos turbulentos, alpinismo,
etc.
Además el "ejercicio del cuerpo es para
poco provechoso pero
la devoción a Dios es útil para todo, porque trae provecho para esta vida y
también para la vida futura." (1Ti. 4:8) (Biblia
versión popular)
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