Todo objeto robado o hurtado es un
anatema (maldición) en tu hogar, pues Dios ya nos prohibió al decirnos:
"No robarás" (Ex. 20:15)^
y si lo hacemos nos
constituimos rebeldes a los mandamientos, así como lo fue Acán (Jos. Cap. 7), a la vez que traemos la maldición a
nuestra casa y a nuestros hijos, tal como él lo hizo.
La Biblia dice que si en un tiempo hemos pecado robando prendas (de
vestir) o cosas, debemos devolverlo a su dueño; pues haciendo esto
demostraremos un verdadero arrepentimiento y viviremos (Ez. 33:14 -16), por esa razón Juan el Bautista predicaba
diciendo: "Haced, pues frutos dignos de arrepentimiento" (Mt. 3:8), y uno de esos frutos es devolver lo
robado.
Entonces cuando tengas un objeto robado lo primero que debes hacer es
acercarte al agraviado y decirle que tienes algo que decirle, luego que él te
esté oyendo, le contarás todo tu testimonio; al final le dirás que entre las
cosas malas que hiciste fue robar, y luego le dirás que tu le robaste un día a
él, sacarás de tu bolsa el objeto robado y le entregarás, le pedirás perdón y
al final le invitarás que venga a la Iglesia. Así habrás ganado un alma para
Cristo. Siempre pide que Dios te bendiga en cada paso que des.
Diccionario:
ROBAR: "Apoderarse de una cosa ajena mediante
la violencia, arrebato, golpe o herida". HURTAR: "Apoderarse de algo ajeno sin el uso
de la violencia (cuando se está dormido, descuidado o cuando no se está
presente)".
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